Nerea de Diego | por Violeta Nicolás
Nerea de Diego (Pamplona-Iruñea, 1974) comenzó en 1996 a interesarse por los altares y monumentos marianos a raíz de una estancia realizada en Italia. La reflexión sobre el culto y la religión popular, le ha llevado a repensar el tema de la acumulación y el coleccionismo, a los que está dedicando su tesis. Así mismo, se interesa por cultos no cristianos y por costumbres religiosas ya perdidas que va investigando a lo largo de las residencias en las que participa.
Tamara Arroyo | por Diana Larrea
Tamara Arroyo (Madrid, 1972) es una artista multidisciplinar que trabaja a menudo repensando el espacio tanto doméstico como urbano en relación con su propia historia.
Luciana Novo | por Laura Salguero
Luciana Novo (Córdoba, Argentina, 1981) es una joven artista afincada en Valencia que trabaja a caballo entre la escultura y la pintura, sirviéndose de materiales tan heterogéneos como el cemento o la plastilina con los que construye un potente imaginario personal. El uso de materiales encontrados también introduce en su obra un cierto carácter de espontaneidad y frescura que se suman a su joven mundo plástico y a su estridente paleta de colores. Luciana trabaja el paisaje, la animalidad, la iconografía popular y ahora estudia los materiales también desde la abstracción. Pero siempre preocupada por temas tan importantes como la violencia, la inocencia, lo obsceno y abyecto o la belleza.
Yolanda Domínguez | por Cristina F. Crespo
Yolanda Domínguez (Madrid, 1977) es una artista visual cuyo trabajo se encuentra a medio camino entre la pieza plástica y el activismo político. Con ironía trata de deconstruir los imaginarios estereotipados de los medios y de la sociedad actual alimentada por los objetivos de los grandes monopolios neoliberales. A través de la descontextualización crea situaciones en las que el espectador se ve envuelto en la acción y motivado a participar para activar la obra y culminarla. Además, siempre parte de referentes reales, logrando así conectar con el espectador de una manera clara y decisiva. Sus trabajos se centran principalmente en la temática de género y en el consumo, generando significativas polémicas derivadas del cuestionamiento específico sobre el estado de nuestra cultura.
Diana Larrea | por Sandra Paula Fernández
Diana Larrea (Madrid, 1972) es una artista multidisciplinar especialmente conocida por sus intervenciones públicas, cada vez más radicalizadas en los últimos años. Si bien desde un principio su interés era la irrupción en el espacio y en los tiempos de los ciudadanos desde un punto de vista más conceptual y partiendo de reflexiones -casi lúdicas- sobre la concepción del territorio urbano; ahora las vinculaciones de esos espacios con la vida social le resultan inseparables, tornándose su obra una mucho más política y directa. Ha recibido varios galardones y ha realizado diversas colaboraciones con artistas e instituciones, lo que hace de su trayectoria una especialmente rica en referencias y conexiones.
Violeta Nicolás | por Marisol Salanova
Violeta Nicolás (Murcia, 1984) se autodefine como una "superwoman" que reparte su actividad entre el arte, la escritura, la performance, la enseñanza, el diseño y la crítica de arte. Partiendo de su experiencia cotidiana, se centra en la práctica performativa que reflexiona sobre la mujer y su identidad, también repensando la comida, que nos nutre y se convierte en parte de nosotros. Su actividad artística y performativa es trasladada después a su literatura, repleta de referencias a la cultura contemporánea, el arte contemporáneo, la escritura contemporánea y los alimentos como eje de reflexión continuo de la artista.
Sandra Paula Fernández | por Chechu Álava
Sandra Paula Fernández (Oviedo 1972) es una artista licenciada en Bellas Artes por la Universidad de Salamanca en la especialidad de pintura y máster en Edición de Vídeo, que reside actualmente en Madrid. Sus piezas pivotan entre la pintura y el vídeo, reflexionando sobre la imagen y su carga social con ciertas dosis de juego. Así pues, toma iconos del ámbito audiovisual y los sitúa en composiciones dignas de trípticos clásicos en los que la representación del mundo era clave para llegar al espectador con didactismo. De este modo la artista nos presenta su propia visión del mundo -un caos constituido por un exceso en el consumo, una hipersexualización y un lastre religioso- en complejas composiciones digitales que se combinan con instalaciones realizadas con LEDs, en clara referencia al contexto publicitario.
Rosana Antolí | por Semíramis González
Rosana Antolí (Alcoi, 1981) es una artista joven y cosmopolita que ha trabajado en Madrid y Barcelona, pero también en Berlín, Córdoba (Argentina) y Londres, donde reside actualmente, especializándose en performance e imagen en movimiento sin abandonar el dibujo.
Interesada por la cultura pop y el mundo que la rodea, la artista lo plasma desde una figuración un tanto surrealista y crítica, mostrando las pulsiones más animales que llevamos dentro por medio del carboncillo, el vídeo o de su propio cuerpo.
Chechu Álava | por Elena Fernández Prada
Chechu Álava (Piedras Blancas, Asturias 1973) es una artista licenciada en Bellas Artes por la Universidad de Salamanca que reside actualmente en Paris. Se trata, probablemente, de la artista asturiana con mayor proyección internacional; de hecho ha sido seleccionada recientemente por la editorial Thames & Hudson para ser incluida en la publicación “100 painters of tomorrow”.
Álava es eminentemente pintora y, en sus pinturas se puede apreciar la densidad de una nebulosa que nos acerca al aura de los retratados –rostros reconocibles para muchos–, así como nos aleja de ellos con extrañamiento, introduciendo una siniestra fisura en el remanso que logra crear.
En sus piezas sin embargo se respira paz, la tranquilidad de un instante detenido sin prisas, de un momento meditado. Posiblemente de una reflexión hacia la propia subjetividad de la artista, que no cesa de buscarse en sus piezas a sí misma.
Ángeles Agrela | por Rosalía Banet
Ángeles Agrela (Úbeda, Jaén, 1966) es una artista que trabaja con el tejido, el vídeo, la fotografía, la pintura, el dibujo y la obra gráfica. Su proceso creativo normalmente sigue una línea argumental y un grupo de obras va dando paso a otras como partes de una misma historia.
Su trabajo siempre ha estado muy relacionado con el cuerpo y trabaja a menudo con referencias al propio arte, al hecho de ser artista o qué tipo de artista.
Marina Núñez | por Marta Álvarez
Con su obra plástica reciente, Marina Núñez (Palencia, 1966) nos invita a reflexionar sobre cómo afectan a nuestra subjetividad y a nuestra vida las cada vez más habituales interferencias entre lo humano y lo tecnológico. Una constante de su obra ha sido siempre la representación de seres aberrantes, diferentes, los que existen al margen o en contra del canon. Los cuerpos anómalos que pueblan sus cuadros, infografías o vídeos nos hablan de una identidad metamórfica, híbrida, múltiple. Recrea una subjetividad desestabilizada e impura para la que la otredad no es algo ajeno, sino que constituye básicamente al ser humano.
Así, sus mujeres histéricas, medusas, momias, monstruos o cíborgs, a pesar de pertenecer al territorio de los excluidos, no nos resultan lejanos sino que nos afectan e identifican. Y sus imágenes se perciben como espejos ligeramente deformados que nos sugieren que la locura o la monstruosidad son simplemente una cuestión de grado.
Elisa Terroba | por Marta Álvarez
Elisa Terroba (Arriate, Málaga, 1986) es una artista del lenguaje. Desarrolla su trabajo en torno al código, su construcción y su deconstrucción para cambiar los discursos y, con ellos, las diferentes formas de pensar.
A medio camino entre la objetualización y la digitalización, Terroba convierte al libro el objeto cosificando el código, y elabora una nueva codificación de lo digital, transformando estructuras a través de una estética del dateo.
Además, se acerca a la poesía, que genera los discursos más flexibles y fluidos, permitiéndole una mayor libertad en su deconstrucción y reconstrucción. Sus piezas, ricas en referencias, beben tanto de las vanguardias como del arte digital más actual, estableciendo puentes entre pasado y presente y haciendo pues nuevas lecturas de la tradición también en el lenguaje plástico, dando a sus producciones mayor fuerza.
Rosalía Banet | por Marta Álvarez
Rosalía Banet (Madrid, 1972) explora en sus dibujos, cuadros, fotografías, esculturas de plastilina o resina y vídeos un territorio de cuento que nos seduce para luego perturbarnos.
Siguiendo las metáforas culinarias recurrentes en su obra, podríamos decir que conjuga lúcidamente lo apetitoso y lo repulsivo, lo dulce y lo dolorosamente amargo. Bajo la apariencia ingenua, amable, muchas veces naif de sus obras, se emboscan temas complejos, espinosos, en ocasiones hirientes, como la enfermedad y el dolor, la relación del amor y la violencia, las personalidades escindidas, los anhelos y obsesiones más oscuras.
Las Siamesas Golosas y sus otros personajes pretenden abrirnos a un mundo de emociones apasionadas y extremas.
Rosalía es Licenciada en Bellas Artes (1996) por la Universidad de Vigo. En esa misma Universidad se doctoró en Bellas Artes en 2003.
Laura Salguero | por Marta Álvarez
Laura Salguero (León, 1987) es una artista cuyo trabajo se desarrolla entre la observación y la disección del ser humano, estudiando, cual entomólogo, el origen mismo de las pasiones y comportamientos más primarios e irracionales. La cara oculta de nuestro pensamiento, donde el individuo deja a un lado la convención para entregarse a la pasión y al furor preternatural.
Se sitúa en la misma pulsión histórica que propició la aparición de los gabinetes de curiosidades, pero tratando de trasladar esa curiosidad al mundo contemporáneo. El objetivo que persigue a través de la creación de sus colecciones de “objetos maravillosos” es, en la linde entre la realidad y lo quimérico, tratar de reencantar el mundo, ahondando en un pensamiento mítico colectivo.
Muchas de sus piezas son miniaturas en bronce u otros materiales con las que la artista crea “minimundos imaginarios” que exhibe ante la mirada del espectador, al que a menudo facilita una lupa para amplificar su curiosidad y ponerle cara a cara frente a su papel de contemplador indiscreto y casi siempre degradante de lo diferente.
Elena Fernández Prada | por Marta Álvarez
Elena Fernández Prada (León, 1971; vive y trabaja en Vigo) construye sus imágenes a partir de la la acumulación de elementos que suele extraer de la observación de su propio entorno. Pero lo realmente impactante es comprobar después de una mirada atenta que esa agregación de objetos reconocibles carece de una lógica natural, creando una escena que es el producto de la “disociación entre el objeto representado y su contexto”, en palabras de Ángel Gutiérrez Valero.
Es Licenciada y doctora en Bellas Artes por la Universidad de Vigo y ha sido profesora de Escenografía en la Facultad de Cine de Ponferrada y de Pintura en la Facultad de Bellas Artes de Pontevedra.